Imágenes que hablan por sí solas

Yo creo que las imágenes hablan por sí solas, no tienen la necesidad de que tengan un argumento debajo de ellas para saber la verdadera historia de lo que está pasando en la fotografía porque hay muchas maneras de analizarla.

Cuenta la leyenda que alrededor de los años 1500 los toros dominaban el reino animal, fue así como el Emperador de la Nueva España quien llegó a pensar que debido a la abundad de los toros el pueblo podía practicar la cazeria como un deporte. Todos en el pueblo practicaban la cazeria con los toros tanto que ya lo realizaban por diversión o deporte.

Al paso de los años los toros ya no estaban en la cima del reino animal, su cantidad había disminuido de manera muy violenta, tanto así que los toros ya estaban en peligro de extinción. El emperador muy asombrado no quería asumir las consecuencias y creía que era mejor que el pueblo acabará con ellos, así que ordenó que el pueblo no descansará hasta que no quedara ni un solo toro vivo.

Un hombre bueno, humilde, de bajos recursos y bondadoso quien no estaba de acuerdo con el emperador se levantó en armas contra el pueblo para que dejaran en paz a los toros. Él quería explicarles que los toros era algo muy importante para el pueblo porque era lo que lo mantenía con riqueza y les quería probar que sin ellos el pueblo iba a descender, pero nadie lo escuchó. Así que él tomó y arreo a los toros que pudo para que lograran escapar pero se provocó una estampida de toros quienes a su ves derrumbaron a muchas personas del pueblo dejándolas muertas y heridas.

Los toros corrieron sin parar pero por sorpresa ya no había más camino, y como la estámpida era muy rápida ya no pudieron parar y se fueron cayendo uno por uno sobre un barranco que no tenía fin, arrasando con ellos al hombre quien intentó salvarlos. Fue así como la especie de los toros llego a su fin junto con la vida del buen hombre.

John Sevigny